1.Empezar
Un buen empresario es atrevido. En muchos sentidos, tomar la decisión de convertirse en empresario y empezar a trabajar por cuenta propia da miedo, pero no tiene por qué. Muchos empresarios de éxito empezaron su propio negocio mientras trabajaban en otro empleo para pagar las facturas. No hay por qué avergonzarse de empezar poco a poco. Simplemente, empieza.
2. Sé humilde y aprende
Cuando se empieza, puede ser muy tentador fingir que se sabe y se tiene todo. Cuando se trata de cualidades como la confianza y el compromiso, puede ser fácil aparentar y dar la impresión de tener un fuerte carácter empresarial. Sin embargo, el conocimiento es algo que hay que tener. Los buenos empresarios tienen mentes inquietas y nunca dejan de querer aprender o hacer preguntas.
3. Planifique cada día
Al principio de cada semana, elabore una lista de tareas esenciales con objetivos realistas para esa semana. Tener una lista de tareas ayuda a convertir los objetivos abstractos en logros concretos. Trabaja las tareas en un calendario, midiendo las fechas de vencimiento y los plazos en función de la importancia y la urgencia. Planificar un calendario disminuye la procrastinación y aumenta la productividad, ya que permite alcanzar objetivos, estar mejor preparado para afrontar obstáculos imprevistos y asegurarse de que aún queda tiempo para la relajación, el ocio y la vida real, algo esencial en este momento.
«No vincule su éxito como empresario al éxito de su idea. Tu trabajo como empresario consiste en iterar a través de las ideas para llegar a la correcta. Parte de ese proceso consiste en demostrar con éxito que tus ideas no son buenas. El fracaso forma parte del progreso».
– George Olesen
4. Orientación al cliente
Si no tienes una visión de hacia dónde vas, si no tienes un objetivo de hacia dónde vas, vas a la deriva y nunca acabas en ninguna parte. Céntrate en tu cliente y no en tu competidor, los enfoques centrados en el cliente funcionan mejor a largo plazo. Cuando eres el líder de tu sector y toda tu cultura empresarial está obsesionada con la competencia, es difícil mantener la energía y la motivación. Pero los clientes siempre estarán insatisfechos, siempre querrán más, así que por muy por delante que esté de su competidor, seguirá estando por detrás de sus clientes.
5. Rodéese de expertos
Su empresa es su bebé, y puede resultar tentador querer meter las manos en todo. Pero, si quieres que tu negocio crezca, céntrate en ello y deja que otros lo dirijan y prosperen. Utiliza tu experiencia en tu beneficio, pero también debes saber cuándo hacerte a un lado y dejar que expertos en otras áreas tomen las riendas.
Y no te olvides de los mentores. Puede que ahora seas el director general, pero siempre puedes aprender de los demás. Sigue aprovechando las oportunidades de aprender, ya sea escuchando podcasts de veteranos del sector o de genios de la tecnología, o simplemente conectando con tu equipo y tus sistemas de apoyo para mantener los pies en la tierra. Otras perspectivas siempre son valiosas.